martes, 15 de abril de 2008

Globalización o la mundialización de las relaciones sociales.


En sus inicios, el concepto de globalización se ha venido utilizando para describir los cambios en las economías nacionales, cada vez más integradas en sistemas sociales abiertos e interdependientes, sujetas a los efectos de la libertad de los mercados, las fluctuaciones monetarias y los movimientos especulativos de capital. Los ámbitos de la realidad en los que mejor se refleja la globalización son la economía, la innovación tecnológica y el ocio.

A nivel de relaciones sociales, la globalización ya es todo un fenómeno que nos ha mantenido conectados desde hace ya algún tiempo y que va en aumento. Pero a pesar de ser una importante conexión de redes de información, ésta a tendido a radicarse allí donde los costos son menores para las empresas generando otro fenómeno denominado “una espiral descendente de reducción de costos sociales” que ha ido atenuando la capacidad de los estados – nacionales para salvaguardar los niveles cotidianos de beneficios sociales y de bienestar.

Sintetizando, la globalización económica disminuye la capacidad del estado para definir su política mercantil, su presupuesto, su recaudación de impuestos y el bienestar de su población.

La globalización rompe las formas habituales de solidaridad y de relación con nuestros pares generando nuevas formas de exclusión y marginalidad y estos a su vez se asocian apoyándose en valores de intolerancia, de discriminación y exacerbación de los particularismos.

Para concluir dejaré abierta la siguiente pregunta:

La globalización… ¿concepto que pretende describir la realidad como una sociedad planetaria, más allá de fronteras o barrera antagónica que pretende arrasar con la idiosincrasia?




(Fuente: “Educación y sociedad del conocimiento y de la información” de Juan Carlos Tedesco)